Revista EL COLECTIVO

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martes, 29 de diciembre de 2009

Descubrir y castigar a los responsables materiales e intelectuales del atentado contra los trabajadores

Los integrantes de la Junta Americana por los Pueblos Libres repudiamos el atropello que sufrimos ayer todos los trabajadores entrerrianos.
Los grupos que se ampararon en la oscuridad para prender fuego la Casa de los municipales jerarquizados en Paraná violaron una Casa de todos los trabajadores, una Casa que es centro de estudio y difusión de la cultura regional, una Casa en la que confluyen en Paraná las genuinas luchas por los derechos obreros y por la Independencia.
Acaban de atacar un símbolo de la Argentina que viene, y el pueblo deberá estar muy en alerta porque es el peor recibimiento al año del Bicentenario de la Revolución.
Este atentado sobre la sede de la Asociación del Personal Superior de la Municipalidad de Paraná –APS-, en la calle Monte Caseros, fue otro zarpazo de los intolerantes contra todos los trabajadores. Exigimos, pues, que la investigación sea exhaustiva, que los tres poderes del Estado pongan todos los recursos al serviciodel esclarecimiento de este atentado, y que las autoridades políticas tomen conciencia de los riesgos que generan sus espurios negocios cortoplacistas porque cultivan un ambiente propicio para los ataques contra los que no se resignan, los que están dispuestos a resistir tantos atropellos diversos.
Desde esta Junta Americana por los Pueblos Libres, que fue recibida con amplia generosidad por los trabajadores municipales en esta misma Casa, quedamos a la espera de un compromiso (que por ahora no vemos), en el gobernador Sergio Urribarri y el intendente José Halle y los legisladores, para repudiar de verdad y ayudar a investigar este atropello hasta las últimas consecuencias. (Demás está decir que creíamos que estas prácticas empezarían a quedar en el pasado).

Los gobernantes no desconocen que la sede de la APS es un bastión de la lucha gremial democrática de los entrerrianos, un punto de encuentro que debe enorgullecer a los paranaenses, y que allí coincidimos muchos para compartir y debatir ideas, mal que les pese. APS se constituyó en un centro de los debates con vistas al Bicentenario, y a favor del rescate de los principios federales, lejos del poder y de la historia oficial, y ya sabemos que ese noble camino disgusta a quienes quieren monopolizar las decisiones y hasta se apropian de la historia.

Sabemos del esfuerzo de estos trabajadores en la actitud propositiva, y las denuncias irrefutables sobre los desmanejos desde la autoridad municipal y contra la injerencia de sectores no democráticos en la conducción del municipio de esta capital. Por eso mismo, porque desde los sectores de poder político pretendieron desacreditar y demonizar a los trabajadores que luchan, en los últimos meses, incluso con costosas solicitadas, es que exigimos un compromiso palpable de los funcionarios políticos para que el atentado no quede impune y para que demuestren con hechos que están dispuestos a respetar la lucha de los trabajadores. Y ese respeto se expresará cuando los funcionarios comprendan derechos fundamentales como el derecho a peticionar, o el derecho al reclamo obrero, cosa que no ocurre en la provincia, ni en el municipio, ni en el país.

Al atacar esta Casa, además de poner en riesgo la vida de personas, se atacó al gremialismo genuino y transparente, al sindicalismo que no transa y a un sinnúmero de organizaciones que encuentran en APS la Casa de todos. Los gobernantes no desconocen que esta Casa da lugar a auténticas expresiones de la cultura regional.

Los integrantes de la Junta Americana por los Pueblos Libres calificamos este ataque, además, como una agresión directa a nuestra propia organización, que es un centro de estudios integrado por trabajadores. En esta Casa nació la Junta Americana, en esta Casa celebramos dos años de intensa labor en la difusión de los asuntos de Nuestra América, hace sólo una semana. Aquí confluyen trabajadores municipales, docentes, desocupados, artistas, estudiantes, investigadores, periodistas, profesionales, para explorar otros modelos y sabemos que eso molesta a sectores enviciados en el poder.

La APS abrió sus puertas a nuestras inquietudes, como a las de tantas organizaciones locales, y por eso nos sentimos honrados y agradecidos, y consideramos la Casa de los municipales jerarquizados un centro inestimable en el fomento de la cultura suramericana.
Extendemos nuestra solidaridad a la comisión directiva de la APS y en particular hacia el secretario general, Oscar Milocco, miembro fundador de esta Junta Americana; un dirigente que prestigia las luchas obreras y que está desde hace décadas al servicio del desarrollo cultural, social y gremial de los trabajadores entrerrianos.
La situación nos obliga a presumir que si al atentado lo hubiera sufrido alguno de los aliados de los gobernantes (hipermercados, shopping y multinacionales varias), entonces sí las autoridades se hubieran acordado de llamar por teléfono a las víctimas, siquiera eso, y sentirían la indignación en carne propia.
El intendente y el gobernador están obligados, por su jerarquía, a conocer y prevenir las nefastas consecuencias del encadenamiento de arbitrariedades en la vida argentina, y más cuando esas arbitrariedades son contra los trabajadores, y desde el poder en vez de combatirlas se las alienta, o se les responde con indiferencia.
También denunciamos la desidia de las autoridades policiales que no avisaron a los directivos gremiales sobre el atentado, y pasadas varias horas no se habían interiorizado, siquiera, de los pormenores del hecho, con inaceptable desconocimiento de la relevancia del atentado en términos políticos, sociales y culturales.
Advertimos además que estaremos atentos para que este hecho no quede impune, y en alerta para resistir estas amenazas. Porque además vemos con claridad que la avanzada contra los trabajadores se enmarca en un contexto nacional favorable a estas expresiones.
Y alentamos a los compañeros de la APS a continuar en su lucha y a no aflojar en la exigencia de esclarecimiento, sea de donde sea el ataque. Como ya sabemos, no se dejarán amedrentar por la patota y la mafia enquistadas en sectores de poder en Paraná como resultado de viejos vicios de unos pocos que se sirven de los dineros del pueblo para sus fechorías.
Junta Americana por los Pueblos Libres

Paraná, 25 de diciembre de 2009.-

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