
Desde la Comisión Organizadora, repudiamos la violencia y las provocaciones de algunos sectores, que pretenden terminar con los Encuentros, porque no quieren que las mujeres tengan voz, ni que cuestionen los mandatos culturales y sociales a los que somos sometidas. Hombres pertenecientes a sectores reaccionarios de la iglesia que ingresaron violentamente a una escuela y golpearon a las mujeres, mujeres vinculadas al mismo sector que tiraron gas pimienta en la cara a integrantes de la Comisión Organizadora, son una muestra de la intolerancia de quienes no permiten que se debatan algunos temas. De la misma manera, también repudiamos a los grupos minúsculos que participan del Encuentro, que no dejan discutir a las mujeres en los talleres porque irrumpen a los gritos, echando a las que expresan otras opiniones. Estas mujeres, algunas de ellas vinculadas a la agrupación Pan y Rosas, a Convergencia Socialista y al Plenario de Trabajadoras, terminan siendo funcionales a los sectores reaccionarios, ejerciendo sobre otras mujeres la violencia con la que dicen querer terminar. Quienes participamos del Encuentro el pasado fin de semana, sabemos que estos hechos son una parte pequeña y aislada del Encuentro, y deberemos trabajar juntas para terminar con estas expresiones que solamente rompen el Encuentro y lo desvirtúan frente a la sociedad.
En el mismo sentido, repudiamos las roturas en algunas escuelas, los actos de vandalismo y las pintadas a monumentos, comercios y edificios públicos. No es intención de las mujeres del Encuentro destruir la ciudad que nos recibe, y estas son parte de las expresiones de un pequeño grupo. Debemos decir que las escuelas fueron entregadas en buenas condiciones, y que la Comisión Organizadora cubrió los gastos que fueron necesarios tanto para limpieza como para reparación.
Lamentamos que algunos medios solamente reflejen los incidentes que, como antes dijimos, solo fueron una parte mínima del Encuentro; porque lejos de contribuir con las mujeres que deciden luchar por sus derechos, dejan de comunicar la riqueza de los debates que lo recorrieron y los importantes avances producto de estos últimos años de Encuentro.
Agradecemos a todas aquellas que colaboraron y contribuyeron a la realización de este XXV Encuentro Nacional de Mujeres, y renovamos nuestro compromiso para que los Encuentros se llenen de mujeres, porque es una herramienta necesaria para luchar por hacer posible lo necesario.
¡El Encuentro somos todas!
Paraná, 13 de Octubre de 2010
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