Revista EL COLECTIVO

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martes, 22 de septiembre de 2009

LOS CHICOS SABEN SUS DERECHOS, PERO QUE LA POLICIA TE LLEVA, TE LLEVA



CHARLA CON ISABEL BASUALDO (*)
En Junio se cumplen 13 años de la desaparición de Martín Basualdo y Héctor Gómez. Conversamos con Isabel, madre de Martín en su casa del barrio Mosconi 2.

Algunos chicos saben sus derechos pero igual en la comisaría no se los respetan. Ellos saben que no se puede meter la policía en la casa. A veces deben correr y se meten ahí. Saben que no tienen que pegarles pero igual no se libran del atropello y los golpes.
Ellos están en una esquina y los “buscan”, le vuelcan el vino. Muchos de esos jóvenes no tienen trabajo y lo más barato para tomar es un vino, con las consecuencias que trae, y eso lo he vivido en carne propia con mi hijo. Conozco de las secuelas que trae para él y su familia.
Los policías, si ven gurises en la esquina, los buscan para que reaccionen. Les dicen: “negro de mierda”. Los gurises le tienen miedo, bronca y cuando ven a un policía “disparan” y ellos los corren. “¿Por qué disparan?”, dicen. Porque saben que los van a alzar y les van a pegar o meterles cualquier cosa con tal de llevarlos. A la quinta, por ebriedad o lo que sea. Y uno va y denuncia pero en tribunales no pasa nada. Nunca he visto que a un policía, por lo menos, le llamen la atención para que no cometan atropellos. Y a veces uno se mete y la liga también. Quedas como marcado.
Una señora de allá arriba también salió a defender a un pibe. Lo fue a retirar a la comisaría del menor porque ese chico no tiene mamá, no tiene a nadie. Cuando fue a retirarlo después la citaron y le preguntaron porque había retirado a ese chico. Ella le dijo que el le había pedido que por favor viniera “porque yo lo conozco y el no tiene mamá”. Bueno, le dijeron que es la primera y última vez que usted va a poder retirarlo porque si cae de vuelta lo van a llevar al penal. Porque sí nomás. No había hecho más que andar de vago, emborracharse y, usted no va a creer que la llevaron a Antecedentes donde le marcaron los dedos y le sacaron fotos y después dicen que la citó el Jefe de Policía. Yo le digo; “Doña ¿cómo no me dijo nada? Yo la hubiera acompañado”. Me contestó que no quería que se enteren sus hijas porque la llevaron como si fuera un delincuente.
A mi también me llevaron a Antecedentes. De esta esquina me agarran de los pelos porque salí a defender a un pibe. En la comisaría me pegaron algunas patadas y me insultaban. Me decían: “Deja de joder con el pelotudo de Iparraguirre”. Yo empecé a gritar y pedí el teléfono para avisar que estaba allí. Me dijeron: “Al teléfono no lo prestamos” Me esposaron. “o salí en defensa de alguien a quien le pegaban” les dije. “porque pueden detenerlo pero no tienen porque pegarle”.
Lo hacen para que no te metas. Le decían a otros gurises: “si te juntas con aquellos sos delincuente igual que ellos”. Y te van aislando. El grupito de la esquina es el de los borrachos. Y la misma gente te va discriminando porque sos la madre de… o porque defender a aquellos. Y la misma policía es la que fomenta eso. Hay momentos en que te sentís sola. Te pasa algo y nadie te defiende.
La señora quedó muy asustada. Después de eso le han hecho allanamientos con un delegado judicial buscando armas.
A algunos pibes que se drogan les digo: “¿Pero ustedes no se dan cuenta de que les hace mal? “Sí, doña, pero nosotros no tenemos nada, estamos jugados” Jugados es la palabra de ellos para decir que ya nada les interesa, que no tienen nada. Si roban o se drogan, ellos ya están jugados. No tienen otra opción, no tienen nada. Encima los discriminan, los dejan a un costado, no les quieren dar trabajo por miedo a que les roben, los van aislando hasta que quedan solos en su circulo: “los borrachos”, “los que roban”, “los que se drogan”. Los aíslan por grupo.
En el barrio no hay trabajo, menos para los jóvenes. No hay nada. Ni lugares de diversión ni de deportes.
Eso de no dejar pasar los pibes al centro de la ciudad sigue pasando. A veces los ven a los gurises del barrio y les dicen “¿vos que estás haciendo acá?” “Nada, ando paseando”. “Acá no te queremos ver, si pasamos de vuelta y estás acá te alzamos”, les dicen. Ellos no pueden andar por el centro porque para ellos es que están robando.
Yo tengo mi mamá en Viale y mi hijo se había sacado unas fotos delante de un chalet y una casa muy linda. Lo paró la policía y le revisó el bolso y tenía las fotos. Uno dijo: “Mira, seguro que este está haciendo inteligencia para después venir a robar” “¿Para que llevas las fotos?”, le dije yo. Y ahora no quiere ir más para la casa de la abuela.
Con Martín no he tenido ninguna novedad. No, eso está olvidado. Y menos ahora. Si no se investigó en lo primero… Ya he perdido un poco las esperanzas. Van a hacer 13 años y nada. Es feo no saber. Yo digo que no lo quisieron encontrar.
Primero fuimos nosotros, luego el chico Gorosito en Bajada Grande que quedó en la nada. Al final al policía lo largaron y al muchacho que era testigo después lo metieron preso (le armaron una causa). Con Martín pasó lo mismo.
Si uno va a Tribunales a hacer una denuncia más lo que pierde tiempo uno. Después todo queda en la nada. “Falta de mérito” que ni siquiera le explican que quiere decir. Algunos policías ni se enteran que uno los denunció porque nunca lo citan.
¡Si habremos pasado cosas nosotros y encima siguen los policías nomás! Y entonces uno no sabe si denunciar porque uno no puede hacer nada. Y la justicia igual.
Los chicos hoy no saben donde ir, no tienen acceso a cualquier lugar. En el Maccarone (donde vive uno de sus hijos) son más unidos. Y si a alguien le pasa algo están todos. Acá no. Te pueden estar matando que están mirando como te llevan. Nadie dijo ni “A” cuando me llevaron.
Cuando los llevan, los familiares deben ir a la comisaría. Los chicos saben sus derechos pero que te lleva la policía, te lleva. ¿Qué derechos? Tienen que juntarse familiares y amigos e ir a la comisaría.
Acá algunos pagan a la comisaría. Andaban casa por casa cobrando, a ver quienes apoyan a la policía. Con esa plata la comisión compro una hermosa moto. Se fue el comisario y la moto desapareció. ¡Ahí están los amigos que tanto se preocuparon! Siempre el mismo verso: que no tienen patrulleros, que no tienen linternas, que esto, que aquello.
Acá hubo una reunión en el barrio. Yo digo que acá hay pibes que capaz que se mandan algunas macanas pero después lo llevan a la comisaría y lo muelen a palos. “No señora, ahí no se le pega a nadie – me responden y dice “¿que apellido tiene usted?”
“Soy la mamá del chico desaparecido” El dice “Ahh” como para que todos se enteren. Estaba diciendo que todo vecino que vea a alguien en forma sospechosa, llame a la comisaría. Ahí sale el tema de que no tienen nafta ni linternas. Ahí se armó la comisión.
Y es una forma de presión: si no pagan no te cuidamos. Ellos te hacen cosas que, si no estas preparada en el momento, te dejan sin saber que decir. Una vuelta también fue una mama a quienes le acosaban su hijo. “¡Ah, pero su hijo se droga!” le dijo el comisario delante de todos. Ella no supo que decir. Y el que no sabía se enteró
allí. (REPORTAJE PUBLICADO EN REVISTA EL COLECTIVO/JUNIO 2007)

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