Por diferentes razones en este viaje, se reflejan con mayor crudeza algunas situaciones no siempre tenidas en cuenta por las administraciones de turno o la sociedad en su conjunto.
La densa niebla da paso a una incipiente claridad, permitiendo observar lo singular del paisaje. Una brumosa laguna de aguas heladas hace resaltar las pindoes y cocoteras de palmas abatidas, dando cobijo a un puñado de garzas blancas o moras, inmóviles, compartiendo el frío con otras aves silvestres. A unos pocos pasos se levanta un caserío habitado por gente conocida, carentes de luz eléctrica, gas, agua corriente o cloacas, y, cuyo principal elemento para hacer fuego es la leña, escaseando en estos momentos gracias a los desmontes indiscriminados producidos sin que nadie diga nada (incluso los propios afectados) obligándolos a usar algunas biznagas o yuyos secos para tal cometido. Sintetizo de este modo la necesidad de entender que si bien a las crisis las sufrimos todos, algunos estamentos sociales la sienten en una dimensión distinta a consecuencias de ser ignorados, alentando así la desigualdad creciente, arrebatándoles por lo mismo la posibilidad de un futuro promisorio. Fisonomía repetida a lo largo y ancho de nuestro país como del continente.
Pareciera que el duro invierno con la ola polar azotando, sigue dejando al descubierto algunas falencias no reconocidas en tiempo y forma por el gobierno Nacional, evidenciando su incapacidad de resolución de cuestiones cotidianas. Entre ellas emerge con fuerza la crisis energética, perfilándose como perdurable.
Son meritorios sus esfuerzos como las variadas argumentaciones junto a las administraciones Provinciales tendientes a desdibujar el origen de la misma. Vemos a diario en todos los niveles exposiciones tendientes a esconder las causas reales que la potencian, con explicaciones resaltando la falta de inversiones o la enunciación de las privatizaciones de los gobiernos precedentes (en un vano intento de evadir responsabilidades) pasando por el crecimiento de la producción industrial, hasta el aumento de las adquisiciones de artefactos de calefacción, sumándole la reciente preocupación en pos del ahorro energético (cuestión valida) que requiere un proceso educativo ausente en todos los planos. Acompañan estos movimientos un sin numero de reuniones de organismos oficiales con sectores productivos como de los servicios de la ciudad y el campo, manejándose en un circulo vicioso ante la imposibilidad de repartir lo faltante (si no faltara, la crisis no tendría la manifestación actual), mientras tanto los combustibles siguen escaseando o comercializándose precios libres.
Quizás sea necesario no sustraerse a la indagación de la orientación privatista efectivizada por la dictadura fascista entre los años 1976 – 1983 – continuada por los posteriores gobiernos llamados “Democráticos”. En este sentido Carlos Menen junto a sus socios (Muchos en funciones de gobiernos en todos los niveles o compartiendo sus negocios) fueron verdaderos abanderados de la entrega de nuestro patrimonio al capital transnacional, comenzando por brindarle sustento jurídico e institucional a la provincializacion de los recursos energéticos, asentándole de esta manera un golpe demoledor al sector. Provincializacion más privatización y Desnacionalización, una ecuación perfecta para el saqueo de nuestras riquezas por parte de las empresas en lo fundamental extranjeras, diezmando el país en base a la combinación de algunos elementos como, demolición del Estado, disgregación Nacional, mayor empobrecimiento de las provincias, aportando de este modo al crecimiento de la incertidumbre reinante.
Son muchos los analistas dedicados a fundamentar acerca del carácter de propiedad pública del subsuelo, habilitando por lo mismo la intervención del Estado, en su accionar de Estatizar y centralizar tanto los recursos como los mercados.
Los sectores Neoliberales siempre atentos no vacilaron un minuto en motorizar una idea vital en el cumplimiento de sus objetivos estratégicos, introduciendo una dicotomía un elemento de discusión para favorecerse “a cual de los dos ámbitos del Estado pertenece su dominio” si al Nacional o al Provincial, levantando con esta idea una verdadera barrera frenadora de la actividad de la administración Nacional.
El gobierno, continuando con políticas fijadas de antemano, el día 3 de enero de2007 promulgo la ley 26.197 legitimando el artículo 1º de la ley de privatizaciones de YPF. SA y la federalizacion de los yacimientos de Hidrocarburos, desplazando al Estado Nacional como propietario del dominio originario y el manejo de los yacimientos de su territorio, brindándole facultades a las Provincias para ejercer de forma plena e independiente las actividades de control, fiscalización y agente policial.
Concordemos que una política a favor del país requiere la Nacionalización de todo lo privatizado como la centralización por parte del Estado Nacional del conjunto de los recursos energéticos existentes, este seria un primer paso para atacar las causas desencadenantes de la crisis y así evitar un drama de consecuencias imprevisibles.
La política petrolera argentina del presente depende de un conjunto de provincias cuyas poblaciones representan menos del 15% de los habitantes del país. Cuentan con su propio régimen jurídico, la mayoría de ellas tienen empresas propias, convergiendo en la organización Federal de los Estados Productores de Hidrocarburos (OFEPHI), encontrándose con avanzadas negociaciones, licitaciones o prorrogas de las áreas revertidas por el decreto 546/ 2003 (las concesiones otorgadas por el Menemismo y los nuevos bloques). Los pliegos aceptados o en curso les permitirán a las empresas extranjeras extraer hidrocarburos hasta el agotamiento definitivo de los yacimientos.
Así la política depredadora de los años 90 recibe un nuevo impulso. En este sentido se debe mencionar la reciente prorroga hasta el año 2047 de la Región Anticlinal Grande – Cerro Dragón (Chubut) a la empresa Pan American Energi (P.A.E) con capitales de un 40% de Bulgheroni (Bridas) y un 60% de la Inglesa British Petroleum (B.P). Se trata nada más y nada menos de las concesiones de mayor extracción de crudo del país.
Provincializar la energía constituyo un anacronismo histórico, perjudicial para la integración de la republica y la unidad energética Latinoamericana.
Se podría plantear, en general, las carencias de fundamentos profundos en las opiniones brindadas por los dirigentes sociales sobre el tema, dándose una tendencia a denunciar los efectos de la crisis sin atacar las causas generadoras de la misma. No se trata de repetir lo impulsado por los medios, sino de motorizar un amplio debate sobre la realidad, entre ella la energética haciendo oír nuestras opiniones en la calle, denunciando la continuidad entreguita y dando a conocer las posibles salidas en la resolución de la misma, coordinando los accionares y la creatividad revitalizadora.
Notas: Neoliberalismo y provincializacion --- Federico Bernal Año 2007
Juan A Remedi (Integrante del Movimiento Bolivariano de Entre Ríos)
Paraná 13 de julio de 2007
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