Revista EL COLECTIVO

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martes, 31 de julio de 2007

A U T O N O M O S


“No esperes de ningún modo/que se dignen consentir/ tu acceso al porvenir/los que hoy arrasan con todo”
(NO ESPERES – Joan Manuel Serrat)


Es difícil reconocer el ámbito. El salón de la UADER está transformado: termos, mates, colchones, mercaderías donadas por vecinos solidarios, las paredes cubiertas con infinidad de carteles. Gente que entra y sale incesantemente.
El auditorio que sirviera para actos políticos proselitistas disfrazados de académicos tiene un gran cartel de bienvenida. Y en el escenario, en medio de dos banderas, una carpa y varios colchones, uno de los estudiantes descansa después de una larga jornada. En la entrada, entre el cúmulo de banderas, sobresale una que anuncia: “Cuatro semanas de toma”.
“El pedido es claro - dice Verónica - queremos que se apruebe el régimen para el ingreso docente, que sea de concursos ordinarios, públicos y abiertos, de antecedentes y oposición. Como se hace en todas las universidades del país”.
La Universidad Autónoma de Entre Ríos mal parida allá por el 2000, bajo el gobierno de Sergio Montiel, se conformó en base a los institutos terciarios que existían en la provincia. Junto a ellos fueron transferidos además su plantel docente y administrativo.
Con un presupuesto actual de casi 50 millones de pesos, pronto la UADER pasó a convertirse en apetitoso botín de los gobiernos de turno.
La actual gestión no se anduvo con vueltas: transformó a la universidad en una virtual unidad básica donde la arbitrariedad, la censura y el amiguismo se constituyeron en moneda corriente y la palabra autónoma pasó a ser solo una triste ironía.
“Esta universidad está sostenida por los estudiantes que siempre luchan – dice Verónica- Si fuera por las gestiones que tuvimos tendríamos un retraso increíble, que es lo que plantean ellos ahora: una universidad de segunda”.
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Para muchos es su primera experiencia política. Algunos se acercaron para preguntar que pasaba y se quedaron a trabajar en las distintas comisiones: prensa, finanzas, cultura o cocina.
“Nos fuimos haciendo cargo de cuestiones mínimas de convivencia: cocinar, limpiar- recuerda Diego- Todos los días pasamos el trapo en el piso, limpiamos los baños, barremos afuera. Es como si fuera nuestra casa”. En realidad, la casa es de todos y de nadie. Como la experiencia política que va creciendo con el transcurrir de los días para sorpresa de propios y extraños.
“Ellos te caratulan diciendo que hay intereses partidarios – dice Laura- Podría haberlos. No tendríamos problema. Pero no los hay. No pueden comprender que hay otra lógica de construcción política; así como nosotros no podemos entender tanta iniquidad, tanto autoritarismo, tanta violencia simbólica”.
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En el transcurso de estos días, estudiantes y docentes debieron sortear algo más que violencia simbólica cuando una patota comandada por el chofer del rector junto a un secretario del actual gobernador, rompieron varios carteles y trataron de provocar a los estudiantes. La impunidad fue tal que lo hicieron trasladándose en camionetas oficiales, a cara descubierta y en plena luz del día. La aparición de un estudiante portando una cámara filmadora hizo que los provocadores retrocedieran.
“Esta es una toma pacífica – remarca Laura – no queremos que nada interrumpa la educación que estamos defendiendo. Pretenden criminalizar la protesta, culparnos por la no toma de exámenes decidida por algunos docentes transferidos para enfrentar a los estudiantes. El desafío para nosotros es que la UADER se transforme en una verdadera universidad, con verdadero cogobierno elegido por las bases. Hoy la autonomía es una falacia. `Hacemos como si´. Y hacemos como sí los profesores universitarios fuéramos tales. Hasta que no pasemos todos un concurso de oposición y antecedentes no lo vamos a ser”.
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"¿Quiénes va a quedarse esta noche? ", insiste el coordinador. Las manos se levantan nuevamente. “23, 24”. Cuando suman 25 se escuchan algunos aplausos.
La asamblea de estudiantes, docentes y auto convocados de la UADER, que se reitera todos los días desde el 28 de Junio, decide los pasos a seguir en esta incipiente experiencia de democracia directa. “Estamos acá con la gente que nosotros votamos- define Diego- Ellos no pueden decir lo mismo, tanto el rector como el decano fueron puestos a dedo por el gobernador”.
La toma convertida en un espacio de aprendizaje donde se confunden docentes y estudiantes, donde todos aprenden a escuchar y escucharse, a creer en sí mismos y en la fuerza que da el estar juntos, se constituye en experiencia inédita en una provincia con ciudadanos inclinados a obedecer y asentir resignados lo que sus gobernantes deciden por ellos. Tanto docentes como estudiantes son concientes de esto, y todos coinciden que cuando el conflicto termine nada volverá a ser igual. Porque, si bien es cierto que la autonomía en la UADER hoy es una falacia, la experiencia que ellos están inventando se le parece bastante.
Imagen: www.elfotolog.com/frenteuader/

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