Revista EL COLECTIVO

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jueves, 18 de marzo de 2010

CAMINOS DE AUTOGESTION


LA LUCHA DE LOS TRABAJADORES DE “EJEMPLAR”

Despidos, precarización laboral, sueldos impagos; hasta aquí la película de siempre: crónica de un cierre anunciado. Pero los trabajadores de la Textil Ejemplar decidieron que no se merecían ese final, que tenían las máquinas y las herramientas para cambiar la historia. Y lo más importante: sus propias manos. “La situación laboral no garantiza que podamos tener trabajo – dicen los obreros – por eso nuestro objetivo no es sólo cobrar los salarios adeudados sino asegurar la fuente de trabajo, por eso apostamos a la autogestión, porque el patrón ya no está en condiciones de hacerlo”.


“Tenían pensado irse. Estaban vaciando la empresa para, cuando nos descuidaramos, cerrarla o quebrarla. Las estrategias eran muchas pero en ninguna figurábamos nosotros”. Las palabras de los trabajadores transmiten una mezcla de asombro, bronca y decepción para con los actuales dueños de la firma en quienes siempre confiaron. La desazón es mayor porque la mayoría entró a la firma con 17 o 18 años. Ejemplar fue su primer trabajo “en serio”.

Esta breve historia, como la edad de sus protagonistas, comienza a precipitarse allá por Mayo del 2009, cuando varios compañeros de la fábrica se movilizan para lograr que Ejemplar empezara a regularizar los sueldos, horas extras y la precarización laboral - nos cuenta Yamila Marquez, secretaria general del flamante Sindicato Obrero de la Industria del Algodón de Entre Ríos (SOIAER) Sobre las condiciones laborales, la trabajadora rememora una noche de Septiembre del 2009 , cuando un incendio generado en la planta los lleva a descubrir que no había ni mangueras ni matafuegos. “El algodón es muy inflamable. Corría rápidamente por las paredes y el techo. Nosotros no sabíamos como apagar el fuego”.


“Fábrica tomada” dice un gran cartel en el portón de entrada de la planta ubicada en el Parque Industrial de Paraná. A pocos metros, en donde estacionaban los vehículos de la firma, varios trabajadores terminan la vianda que les acerca diariamente Acción Social de la Provincia. Están sentados en sillas de plástico alrededor de un gran tablón, junto a algunos familiares que se han acercado para apoyar. Otros compañeros que descansaban en la carpa instalada a pocos metros de los galpones, se suman al dialogo, todavía con cara de sueño. Entre los que se prestan a la charla con El Colectivo están, además de Yamila, Julia y Mariangeles Parodi, secretaria de Prensa de SOIAER. Tienen escasa experiencia laboral y gremial. Por eso, tal vez, sus dichos y hechos están provistos de una frescura inusual.

En aquel intento de encontrar personas que pudieran asesorarlos, Juan Castañeda, un trabajador de la planta al que luego despedirían, da con gente de la Central de Trabajadores Argentinos. Ahí arranca todo un proceso de sindicalización. “Nos afiliamos a la CTA y acá todo se pone más tenso”- prosigue Yamila- Pronto fueron sumándose más compañeros pero ya teníamos un problema con la Dirección de Trabajo quien argumentaba que no podíamos ser afiliados a la CTA. Y de castigo, por así decirlo, lo echan a Juan Castañeda. Entonces, el 19 de Agosto hacemos la primera movida como agrupación algodonera textil y pedimos su reincorporación. Ahí la Dirección del trabajo comienza a mandar cartas de que no tenemos personería, de que no tenemos esto y lo otro. Y hacen gestiones para traer a la Asociación Obrera Textil dependiente de la CGT que es de Gualeguaychú y acá no tiene sede ni nada” .

El nombre de Dirección Provincial del Trabajo puede prestarse a malos entendidos. Su nombre tranquilamente podría cambiar a Dirección de la Empresa , al menos teniendo e cuenta las gestiones a favor de los patrones que viene realizando su titular, Oscar Balla, al tomar como propio el discurso de los dueños e intentado poner palos en la rueda en las acciones que realizan los trabajadores. “Desde la Dirección del Trabajo adujeron que las demandas eran por una cuestión financiera y que se solucionaba con un inversionista que hace como cinco años iba a aparecer y nunca apareció. ¡Y el Director de Trabajo sale por los medios pidiendo inversionistas para la empresa! , comentan Mariangeles con asombro. Eso no es nada: desde la misma Dirección se encargarían de gestionar la llegada de Darío Richutti, secretario general de la AOT de Gualeguaychú para gestionar un “arreglo” a espaldas de los trabajadores. “Cuando lo veías venir, el tipo se sentaba a tomar mate arriba, piolín, recuerda Yamila- Después bajaba, te decía dos o tres boludeces y seguía. Hace tres meses que no lo vemos a Richutti, no sabemos que es de su vida”.

Dentro de lo estrictamente laboral, y desde sus mismos inicios, Ejemplar nunca hizo honor al nombre. Para los compañeros fueron siete años de desgaste, maltrato y persecución. “Nos unió el espanto”, define Julia porque, aunque resulte paradójico, sus años en la planta no parece haber transcurrido entre algodones. “Se nos desvalorizaba y maltrataba. No respetaban nuestros derechos. En varias reuniones dejaron en claro que, al que no le guste ahí tenía la puerta. Han jugado con eso desde hace siete años, el desgaste, el maltrato, la persecución. Al punto de prohibirte hablar con personas, nos manipulaban psicológicamente. El ingeniero a cargo era Alberto Vivas, de el recibíamos todo tipo de maltrato. El es profesor de la UTN y era el único encargado responsable en Paraná de la fábrica. Nos gritaba, nos amenazaba con sanciones disciplinarias o nos mandaba a laburos mas pesados, si lo mirabas mal. Sabia cuales eran nuestras actividades afuera, entonces nos cambiaba el horario para jodernos la vida social. A algunos se le murieron familiares y no les permitió faltar. Al hijo de un chico lo operaron de urgencia y no lo dejó salir. Gente como esa que viene y te pisotea porque te da dos pesos. Y te echa en cara que te da laburo. Y te matabas haciendo horas extras pero luego se las anotaba para el” concluye la compañera.
La firma tiene 17 años en Paraná y en sus inicios solo ocupaba un pequeño galpón. Hace siete años los dueños compraron en un remate a un precio óptimo, el actual predio ubicado en el Parque Industrial de Paraná. Allí comenzó a funcionar como una Sociedad Anónima que agrupa a tres ex militares, dos de Buenos Aires y uno de Paraná. La firma presidida actualmente por Jorge Muro tiene actualmente, 35 personas incluido el personal administrativo y el ingeniero a cargo. Una planta chiquita en personal pero con un edificio muy grande. “Nosotros estamos el 25 % del edificio” – dicen los trabajadores – Aquí podrian trabajar alrededor de 80 compañeros”.

Los sueldos atrasados eran una constante, se pagaba en dos o tres veces, pero el colmo llegó cuando cobraron el sueldo en ¡siete cuotas! quedando todavía parte por abonar. “El 31 vinimos, nos pagaron en mano a cada uno, en promedio, $150,00. Para las fiestas. Ese fue el último dinero que recibimos. El 8 de Enero mediante asamblea, 12 compañeros decidimos hacer la retención del débito laboral para no venir a trabajar por no tener los medios ni el dinero para el transporte. Por esos días nos enteramos que habían empezado a vaciar las oficinas. Entonces decidimos instalarnos en la carpa el 15 de febrero con el apoyo de compañeros de la CTA , Agmer, Ajer y distintas asociaciones civiles. Este hombre pasó por el tejido, rompiendo su misma propiedad, entra por el costado, (nunca intentó entrar por el frente) con un supuesto escribano, y el abogado entra por el costado queriendo venir a patotear. Pero los obreros ya habían tomado la fábrica dispuestos a quedarse. Y en una de las asambleas nace la idea de autogestión. Se reúnen con Roberto Schunk, secretario de la producción de Entre Ríos quien los alentó a conformar una cooperativa. Actualmente están trabajando en un proyecto para la expropiación de la planta. Los trabajadores apuestan a la continuidad de la fábrica. “Las máquinas están, nosotros tenemos la capacidad. Si bien tenemos cortado el gas por las deudas que tienen los dueños, en caso de retomar el trabajo podríamos hacer las negociaciones en Redengas y retomar la producción. La deuda de los antiguos patrones estaría rondando el millón de pesos. Aparte del sueldo, nos deben todos los aportes, al fisco provincial, al nacional, a los proveedores. También hemos tenido una reunión con pequeños productores de norte de Entre Ríos que produce algodón para hacer algo en conjunto que pueda ayudar a ambos. Tambien estamos juntando firmas para conseguir el apoyo de la sociedad y presentándolo a quienes tienen que trabajar en esto para que declaren la planta de interés publico y social y se nos de la expropiación.

El reino del revés definen los obreros. “En una oportunidad estuvimos hasta 3 meses sin producción. El galpón estaba vacío. No había un paquete de algodón y nos pagaban en término. Paradójicamente el pago en cuotas se dio con un record increíble de producción. Nosotros nos hemos sentado a analizar los números y dan para abastecer , pagar los sueldos y las cuentas. ¿Que estuvieron haciendo todo este tiempo? ¿A que destinaron la plata producida por nuestras manos?” – se preguntan y ellos mismos responden: “ Pensamos que las ganancias la están usando para montar otra cosa. Hablamos de un desvío de dinero por otro canal que no es la fábrica. El 2009 se produjo más que nunca y fue el peor año económicamente para nosotros. Todo el conflicto comenzó porque el naturalizó las formas de pago. Cada vez se producía más y nosotros cobrábamos menos. Nosotros hemos estado pensando y proyectando. Cuando sabes que una empresa te da ganancia se nos vienen miles de ideas para seguir creciendo. No podemos explicarnos como en siete años la empresa no ha podido crecer” .

Resulta admirable ver como se multiplican en innumerables actividades, impulsados por la voluntad y el convencimiento de que podrán lograrlo. “Estamos juntando firmas. Fuimos al partido de Patronato, por la mañana hemos llevado cartas a funcionarios por el fondo de huelga, vamos a charlas, vamos a la peatonal a juntar firmas. También cortamos una mano en la ruta y repartimos volantes a los automovilistas que van pasando. Tenemos unos bonitos contribución que salimos a vender al vecino, vamos a lugres públicos donde hay mucha gente y con eso paliamos un poco la malaria que estamos viviendo. De ahí sacamos para comprar algo y la nafta de los compañeros que deben hacer las guardias. También abrimos una cuenta bancaria para que cualquiera pueda donar dos pesos. Necesitamos mucho de la ayuda de la gente, en el día a día, sentir que tenes el apoyo de la sociedad”.

¿Cómo se organizan para las guardias?
En las guardias somos poquitos, alrededor de 16 personas, porque hay gente que tiene que salir a hacer alguna changa para llevar a la casa. Entre la gente que está más desocupada se organizaron tres turnos de ocho horas. Pero siempre tenemos visitas, nos dan charlas, vemos videos. Tenemos todas las tardes las sagradas tortas fritas, buñuelos, jugamos al futbol o a las cartas. Ellos apuestan al desgaste porque lo económico va pesando en el bolsillo de los compañeros. Nosotros apelamos a que ellos se desgasten también en la insistencia de querer recuperar nuestra fuente de trabajo y no bajar los brazos.Hay muchas empresas autogestionadas y nosotros nos lo merecemos ya que por años hemos venido dándole el apoyo a la empresa para salir adelante. Hoy nosotros no somos ni trabajadores ni desocupados, estamos en un estado latente que no se define ni por el despido y la quiebra ni por seguir trabajando. Un estado de espera. Si ya estuviésemos despedidos descansaríamos en el fondo de desempleo para pagar nuestras cuentas. Nosotros aclaramos siempre que no nos despidieron. Seguimos siendo trabajadores, pero a la vez somos trabajadores desocupados. Somos jóvenes pero unidos y firmes en las decisiones. Y del otro lado solo escuchamos silencio.

¿Alguna vez imaginaron que estarían protagonizando una lucha como ésta?
Esta situación nos ha desbordado. Nosotros nos vamos conociendo: jamás hubiéramos pensado que estaríamos prendiendo gomas o repartiendo papeles, aún no podemos creer que estemos haciendo esto. Es mas, cuando ya estaba instalada la carpa, el dueño entró rompiendo los tejidos, y nosotros no lo dejamos entrar. Hemos tenido varias reuniones con el y siempre lo vimos como nuestro jefe y siempre confiamos. Pecamos de ingenuidad, de confiar en todo lo que nos decía: que haya entrado por el costado y que no lo hayamos dejado pasar a su fabrica es algo que todavía nos cuesta creer. Y cada cosa que hacemos y decidimos es una experiencia nueva. Nadie te dice como hacerlo. Claro,tenemos gente con experiencia que nos esta guiando, no estamos solos en la lucha. Han venido gremios,centros de estudiantes. Esto ha tenido una trascendencia que ni nosotros pensábamos. Hay otras fábricas que sufren los mismos inconvenientes y están a la expectativa. En cancha de Patronato nosotros íbamos a pedir firmas y la mayoría sabía porque era y lo que estaba pasando. Decían “Son las chicas de Ejemplar” Te sorprendia. Esta es una sociedad muy conservadora y a veces pensas que a nadie le interesa pero nos dimos cuenta que no es tan así.
(NOTA EXTRAIDA DEL NUMERO 28 DE "EL COLECTIVO" QUE ESTÁ POR SALIR EN ESTOS DIAS)

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