Revista EL COLECTIVO

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jueves, 6 de marzo de 2008

EL CORDOBAZO ME GOLPEO LA CABEZA POR DENTRO Y POR FUERA”


Charla con FRANCISCO HEREDIA, cantautor cordobés.
Por Osvaldo Quintana

Para los cordobeses es Pancho a secas, una figura mítica nacida en la Docta, donde sus canciones circulan muchas veces, sin conocer el autor. Integrante de Canto Popular Córdoba en los 70, exiliado en México durante la dictadura militar y autor de temas popularizados por Chany Suárez, Posdata, Jairo y Magma, Francisco Heredia es uno de los pocos que han sabido retratar a la Córdoba en movimiento. Además es el creador de aquel himno cordobés llamado “Córdoba va” junto a muchas otras canciones que los medios porteños insisten en rotular como “localistas”. Porque hablan de La Cañada y no del obelisco.

Canciones que movilizan, cantautores que tienen cosas para decir en tiempos de covers y tributos inacabables. Eso es lo que ofrece año tras año el encuentro de cantautores en Alta Gracia, Córdoba, con éxito de calidad y público. En la apertura de su tercera edición se presentaron Marcos Navarro, Raúl Carnota y un hijo pródigo de Córdoba: Francisco Heredia.
“Vamos a un lugar donde no haya tanto olor a Miami” dice después de depositar su guitarra en el camarín, mientras los demás músicos comienzan la prueba de sonido.
La sala es una de las tres ubicada arriba de un súper y una casa de comidas rápidas en un complejo llamado Cinecenter. En el hall los asistentes al recital se mezclan con chicos y adolescentes cargados de pochocho, rebautizado pop corn, esperando ver “Soy Leyenda” y otras películas para vacaciones.

“Mis comienzos fueron barriales. Con unos amigos del barrio Bella Vista de Córdoba teníamos un grupo, lo que entonces se llamaba música bailable y que con el tiempo fue rocanrol. Ya hacia algunas canciones y era primera guitarra y coros”.
“Animábamos y desanimábamos bailes por toda la provincia”.
– dice Heredia esbozando una sonrisa. Habla con la seguridad de quien juega de local y no tiene nada que demostrar.
¿Por que te dedicaste a la música?
“A mi me gustaba el folklore. Tenía un hermano diez años mayor que quedó paralítico. A el le gustaba cantar y viajar. Yo tenía once años cuando murió y le prometí que iba a cantar y viajar por el. Así es que deje el sueño de futbolista para la otra vida. Y esa promesa, que un poco me auto impuse, terminó siendo mi destino”.

El recital es anunciado como un homenaje a Heredia. Un locutor de voz solemne lee la trayectoria del músico que consiguió en Internet. El cantautor bromea intentando que la emoción no lo desborde.

“Si algún día hacen una plazoleta con mi nombre, no pongan mi busto porque está caído”


¿Tuviste alguna formación musical?
“Soy totalmente autodidacta. Gracias a eso me metí en la posibilidad de trabajar con grandes músicos. El hecho de no estudiar te da una especie de caradurez, ¿no?”.

“Mi madre fue mi primera y única profesora de música. Ella silbaba valses cuando cocinaba con un ramito de albahaca mientras mi padre fumaba en silencio”.


EL CORDOBAZO

“En el 69 terminamos con ese grupo. Después sucedió un hecho que me golpeo la cabeza por dentro y por fuera, que fue el Cordobazo. ¿Cómo era posible que un pueblo desorganizado se organice cuando tiene razones fuertes para protestar contra una forma de poder? Ahí comencé cantando solo y componiendo canciones, que en esa época se decían de protesta aunque para mí siempre fueron una visión social de los hechos que acompañan las luchas, esperanzas y alegrías del hombre. Me dí cuenta de que las canciones, si bien no modifican el destino de un pueblo, pueden acompañar procesos de posibles cambios. Vos sabes muy bien que durante los 70 en Córdoba se forjó un movimiento obrero-estudiantil y algunos músicos acompañábamos y bebíamos de eso”.

“POR MÁS QUE ME CONTARAN EL FINAL/ LO MISMO HUBIERA AMADO A ESA MUJER/ POR MAS QUE ME DIJERON QUE APOSTÉ/ UN SUEÑO A PERDEDOR/ POR TRES DIAS DE UN MES./ UN MES QUE SE INCENDIABA DE ARRABAL/ ANDAR EN PIÉ DE GUERRA, EN PIE DE AMOR/ HUYENDO DE MI PROPIA REBELDIA/ SIN VER QUE ESTABA ALLÍ EL CANTO POPULAR/ EL CANTO EN CADA ESQUINA, EN CADA BAR/ EL HUMO DE LAS HUELGAS, LA CIUDAD / Y FUIMOS MUCHOS MÁS DE LOS QUE VES/ NO HABRÁ CANCIÓN IGUAL/ A ESA QUE NUNCA HARÉ/ Y MAS ALLÁ DEL DOLOR/ MAS ALLÁ DEL FUROR…/ POR MÁS QUE ME CONTARAN EL FINAL”. (MAYO 69)

Allá por el 73 se forma en Córdoba el Movimiento Canto Popular, una experiencia que nace en la Escuela de Arte de la Universidad desde el Coro Universitario “con una postura clara en oposición a las grandes discográficas y una mirada del artista como sujeto político, según describe Josefina Payró en la revista La Central. “Yo llego allí por casualidad, porque una tía mía era la casera de ese pabellón. Ahí tuve la posibilidad de conocer a toda la gente del Movimiento donde estaba el grupo Nacimiento con Liliana Felipe. En teatro estaba Maria Escudero. Ahí empezó otra formación: la del trabajo serio y comprometido con lo social. Hacíamos trabajos en los barrios y organizábamos eventos grandes. Estuvo León Gieco, Arco Iris, Roque Narvaja. Se armó el núcleo de un movimiento nacional. Llegaron los primeros amigos de Rosario que después fue el Canto Popular Rosario. Por el 75, me fui integrando al grupo Nacimiento porque, más que ser protagonista de mis canciones, me encanta ser músico acompañante”.
El trabajo en barrios se realizaba a partir de un partido político?
“Nosotros éramos un movimiento totalmente multipartidario. Teníamos objetivos claros. Te imaginas que hablar de Canto Popular en una ciudad como Córdoba donde existe el cuarteto que es popular era como una afrenta bastante utópica, ¿no? Yo recuerdo claramente que hicimos un dispensario en un barrio. Cantábamos y la entrada era un ladrillo. La gente se organizó e hicimos el dispensario. Luego vino la noche, que en Córdoba empezó antes. El año 75 fue un año muy violento. Nosotros nos fuimos de gira con el grupo Nacimiento por Perú, Ecuador, Colombia y Venezuela. A finales del 76, el grupo siguió para Méjico y yo volví a Córdoba donde la situación estaba muy difícil. Trabajé hasta Septiembre del 78, y son los años que más se recuerdan de mí en Córdoba. Después no volví más, pero mis canciones quedaron ahí”.

“LILIANA FELIPE ME MANDÓ UN SALVAVIDAS”

“Y BIEN/ PRENDAMOS FUEGO AL SILENCIO/ Y SOBRE AUSENCIAS Y HORRORES/ DECIMOS: PUEBLO”.
A tus canciones más populares las compusiste en esa época.
“Aguas de la Cañada”, mi canción más viejita es de los 70. Por el 77 compongo “Córdoba va”, “Un hombre solo”, “Y bien”. Un montón de temas que luego tomará el grupo Posdata. Siempre digo: yo hice unos gusanitos y ellos le pusieron alas.
En el 78 me detuvieron unos días después de un festival muy grande que se hizo en Córdoba organizado por la Federación Universitaria Cordobesa y estuve un año boyando, prohibido. No perseguido. Mi amiga, Liliana Felipe mandó un salvavidas de México y me fui”.

“Pochec: aquí Liliana enviando un enorme ramo de palabras de amor, agradecimiento, respeto, alegría, al gran amigo, compositor y compañero de esta vida y de las próximas. Pocho, por entre tus rulos hay que aprender a leer la verdadera historia de Córdoba. Claro que hay que aprender a meternos, pero quien lo logra, sabe que Córdoba es un bastión del librepensamiento y que los curas y los milicos nos la pelan”.(Mail de Liliana Felipe leído durante el recital)

Contame un poco de tu trabajo en México con Liliana Felipe.
“Hicimos un dúo: Liliana y Francisco, donde pudimos plasmar el proyecto que teníamos de trabajar juntos. Compusimos mucho y, durante dos años, actuamos por todo México. Ambos cantábamos y ella tocaba flauta traversa. Yo ya presentía que la Felipe era una potencia como solista que no se encendía. En el dúo, por ejemplo, ella no quería tocar el piano. ¡Y es una pianista excepcional! No es que la hice solista pero le dije: “Bueno…” Debíamos cambiar para no quedarnos. Empezó cantando sola con el piano. Ahí salió la Felipe que conocemos: muy transgresora, muy talentosa, realmente vanguardia. Sus trabajos, no solamente en la música sino en las puestas teatrales, con Jesusa Rodríguez, son muy importantes en Latinoamérica, España y Estados Unidos. A mí me alegró mucho verla transformada en una diva”.
Volviste al país en 1984 pero decidíste vivir en Buenos Aires.
“En Córdoba no había un anonimato como en Buenos Aires. Me cruzaba con viejos amigos y también con tipos que me habían interrogado cuando estuve preso. Esa convivencia. Yo estuve preso diez días. No me torturaron. Me hicieron una ruleta rusa. Pero, para los que no estábamos preparados a las cosas violentas y militares, todo eso era muy fuerte. El miedo”.

“EL NEGOCIO DE LA MUSICA ES COMO EL NEGOCIO DEL FUTBOL”


Trajiste un nuevo repertorio.
“Uno va componiendo de acuerdo a las épocas que va viviendo. Yo traje una serie de canciones nostálgicas y, sin hablar del exilio, se notaba el destierro. No solamente el llanto sino las nuevas experiencias. El vivir en México, además de influir en las canciones también te pasa por los sabores y colores. Eso, de alguna manera, aparece en las composiciones”.

“MAMÁ SARA/ LA MAÑANA ESTÁ CLARA/ SOY TU HIJO VIAJERO/ BAJO UN CIELO EXTRANJERO”.

“Estoy muy agradecido porque realmente pude trabajar, desarraigarme. Yo trabajé dos años como músico acompañante de Tania Libertad, una cantante peruana con la cual recorrimos México, parte de Estados Unidos y Canadá. Ahí, el hecho de acercarme a la música afro peruana, la música indígena, me sacó fronteras de la cabeza. La música es tan amplia como el mundo”.

“Este tema habla de todas las cosas que fueron desapareciendo en Córdoba cuando estaba en México, gracias a una beca de las Fuerzas Armadas”.

Al volver grabaste un disco.
“Un disco con otra onda. Todos temas nuevos. También por respeto a Posdata, porque ellos mantuvieron mis temas. Y grabé en CBS un disco olvidable (ríe). Es mi único disco. Este año van a producirme uno.
Bueno, al volver encontré con que mis canciones eran conocidas pero a mi no me saludaba nadie. Seguí como solista hasta el 88 en que empecé a retirarme. El negocio de la música es un poco como el negocio del fútbol: los que corren y patean son los jugadores. Algunos son estrellas generosamente pagadas, pero la mayoría gana muy poco. Mueven un negocio fabuloso. En la música pasa lo mismo. No me gusta lo que se desarrolla alrededor del negocio. Sobretodo los productores a quienes lo que menos les importa es el talento. No es que a mí me sobre: a otros les falta. Pero están impuestos. Mis canciones son silbadas en Córdoba pero no se hasta que punto uno tiene que ser reconocido también comercialmente. En realidad, es la gente quien decide lo que compra. Obviamente, si escuchan 50 veces al día tal y tal cancioncita, por un acto reflejo, hay gente que la compra. Lo que más me duele es el desperdicio de talentos que hay en Argentina. Debería haber, por lo menos, una oportunidad de difusión un poco más cercana a lo masivo. Yo creo que ahí está lo que más duele al artista, el tema del no reconocimiento”.
¿Cómo te llevas con eso?
“Yo cuando volví de México y escuché “Córdoba va” silbada en un andamio dije: “ya está”, la canción dio una vuelta por las calles, por las esquinas que tenía que pasar y me volvió silbada por un albañil. Para mí fue el mejor reconocimiento”.
Contabas que te fuiste retirando de a poco.
“A los 40 fui retirándome de los escenarios también por una cuestión de cansancio. Todas esas experiencias te van sumando y también restando. Y de solista empecé a aburrirme en el escenario, cantaba con un piloto automático. Ya se hacía una rutina. Y a veces hay que cambiar, hay que salir. Por eso tantos cambios en mi carrera como músico. Cuando uno se hace solista se hace un personaje. Y ese personaje, al hacerse público en un escenario, va influyendo en la persona. Y yo respeto mucho a la persona más que al personaje”.

“Mi padre era albañil y, por esas cosas del destino, terminó la Iglesia de los Capuchinos. Los brazos que están ahí, los atlas que sostienen todo el peso, son el molde de sus brazos. Por eso me cuesta mucho vivir en Córdoba: me acosan los recuerdos”.

“Mi retiro fue desde el 88 hasta hace unas horas - admite entre risas.- Pero he trabajado mucho en Buenos Aires, en el Anfiteatro de Paraná durante la época de la Alternativa Musical , una experiencia muy hermosa”.
Actualmente Heredia reside en Traslasierra. Allí conforma un dúo con el saxofonista Marcelo Barragán (ex “Cuatro Vientos”) donde se divierte haciendo música instrumental. “Vivo de cosas variadas: derechos de autor, notas que escribo para Amnesty Internacional que son publicadas en alemán en libros de texto del secundario. Ahora quiero disfrutar en el escenario”.

“LA CANCION DE ESTOS DIAS SE ESTA GESTANDO”
“A VECES TE RECUERDO/ CON OTRAS ESTATUAS/ CON LA DE JAIME KLONER/ CON LA DEL GRINGO TOSCO/ PERO ESTAS TAN LEJANA/ Y EL TIEMPO NAUFRAGA/ QUE SOS COMO UN CARTEL/ QUE SE PRENDE Y SE APAGA/ OH, CORDOBA/ DECIME LA VERDAD / ¿QUE LUGAR OCUPE/ EN TU CORAZÓN?”.
“Mis canciones son nostálgicas tal vez porque soy un melancólico, tal vez porque el pasado sigue siendo muy fuerte. Muy pocos saben de mis nuevas composiciones. Tengo toda una serie de canciones que son rurales, de Traslasierra con la problemática del agua, la falta de inversión en pueblitos pequeños donde la gente toma agua y se enferma. Siempre del lado de lo social. No del lado de la protesta sino de exigir, a quien tiene la tarea y le corresponde, que hagan las obras que tienen que hacer. No soy triste. Soy nostálgico. (Ríe) Mis canciones sobre y para la ciudad de Córdoba son y serán nostálgicas porque hace 30 años que no vivo en ella. A veces pienso que me acostumbre a extrañarla o que me gusta regresar más que despedirme. Estando lejos, siempre vuelvo”.
¿Cómo ves hoy el panorama musical en Córdoba y la respuesta del público, en especial para música como la tuya?
“Córdoba es un semillero de músicos excelentes. No sé si todos están comprometidos con lo social, no es una obligación. El fenómeno cuarteto, como música nacida en las orillas, está ganando terreno en la denuncia y en mostrar la realidad de una Córdoba oculta o mejor dicho ”ocultada" detrás de la cultura "shopping".

“EL ALMANAQUE ME HACE BROMAS/ ME REVUELVE LA PACIENCIA / ¿QUIEN ESCRIBE NUESTRA HISTORIA/ SI HAY PALABRAS ENTRE REJAS?/ MIENTRAS TANTO HOY/ NO ME SUBO AL TREN DEL VENCEDOR/ AUN NOS QUEDAN CANCIONES POR CANTAR”.

¿Que canción compondrías para Córdoba, hoy?
“La canción de estos días se está gestando. ¿Qué dirían mis canciones por estos tiempos? Creo que hablarían de mujeres y hombres que viven en ella, canciones barriales que hablen de luchas sociales, esperanzas y un poco de alegría. La esperanza y la alegría juntas en una canción...en una historia...no estaría mal”.

DISCOGRAFIA:
“Francisco Heredia” CBS – 1985
“Canto a la ciudad de Córdoba” Melopea- Vs. Intérpretes. 1996.

2 comentarios:

Brujaluz dijo...

Es un artista representativo de nuestra córdoba. Exelente.

chichomaniaco dijo...

adhiero a kariluz, es excelente....por eso me atrevi a incluir "aguas de la cañada" en mi blog