Charla con Taurino Atencio, militante social y compañero de Agustín Tosco
Por OSVALDO QUINTANA
Taurino Atencio se autodefine como activista. Compañero de militancia de Agustín Tosco en Luz y Fuerza con quien supo protagonizar grandes gestas como el Cordobazo, este legendario luchador piensa que las organizaciones gremiales, que en su momento fueron de suma utilidad para los trabajadores como elemento convocante y movilizador, ya no les sirven y propone nuevas formas organizativas donde se recuperen posiciones provenientes de la escuela del Gringo Tosco como la organización y la conciencia.
“El objetivo, es que toda esta historia no sea solo para recordarla sino asimilarla y poder transmitirla. Porque estos hechos están vinculados al momento que uno vive. Y, si nuestra motivación es proseguir la lucha, quedan las máximas de aquellos hombres como el Gringo Tosco quien siempre repetía que la lucha debe continuar”.
Es sanjuanino de origen, nacido hace 68 años en un paraje llamado Río Verde, una zona árida y seca a 60 Km del centro de la ciudad de San Juan del que hoy solo quedan algunas taperas. El quinto integrante de una familia numerosa, con siete varones y tres mujeres, sobreviviendo antes que viviendo, gracias a la cría de cabras o cazando perdices y liebres. Muchos iban a cosechar uva a San Juan, donde convergían habitantes de distintos lugares quienes se enteraban de otras formas de vida más allá de su lugar de origen. En esas cuadrillas se conocen sus padres: ella de La Rioja, el de San Juan. Al tiempo se trasladan a Caucete, donde Taurino continúa la escuela ya que en Río Verde una sola maestra atendía a todos los niños pero solo hasta cuarto grado. Después, cada uno por su lado a medida que iban creciendo. Atencio va a parar a Buenos Aires donde estuvo un tiempo enganchado en el ejército. “Buscando algo de que vivir”, se justifica hoy entre risas. En el 64, decide viajar a Córdoba, donde se casa y tiene tres hijos.
-Provenís de una familia peronista.
“En Caucete la mayor parte eran peronistas. Yo también y para nada me arrepiento. Incluso, a Córdoba llegué cantando la marchita. Se que la mayor parte del pueblo trabajador se hizo peronista por razones muy concretas, por medidas de gobierno que atendieron a los más desprotegidos. Esto también estuvo relacionado con el plano internacional, la Segunda Guerra Mundial y el correlato del desarrollo de la industria local”
-¿Cuando comenzaste a tomar conciencia de la verdadera naturaleza de la injusticia?
- Si bien es cierto que uno viene con broncas, odios profundos merced a la injusticia, yo empiezo a tener conciencia recién en Córdoba. Acá tenías posibilidades de trabajar. Yo me daba el lujo de salir de la Perkins y entrar a Transax, una empresa de autopartes, porque me pagaban mejor.
Había activismo a nivel de gremios y estudiantado. Podías hablar con otro compañero, siempre un volante, un escrito, una idea. Había manifestaciones, marchas callejeras. Ibas tomando conciencia de la verdadera naturaleza de la injusticia y, cuando uno afirma los conceptos, los internaliza, también se habitúa a leer. Eso permite reafirmar todos los aspectos de la práctica, porque es muy importante tener en claro cual es el verdadero enemigo. Podes confundirte y dar vuelta el cañón hacia el lado de un compañero solo porque no opine de la misma manera. Uno va sabiendo que los causantes de las miserias y angustias del pueblo son el capitalismo y los sectores oligárquicos terratenientes en el país, dueños del poder, que hoy se han puesto como nombre de vidriera: el campo. Esto nos ha permitido tener mayor grado de conciencia. Por cierto, para presentarles batalla.
LA CGT ES UN ORGANISMO HUECO
( FOTO: Agustín Tosco junto a otros compañeros, entre ellos Taurino)
Las peleas de los 60, rememora Atencio, estaban dadas en función del grado de conciencia que iban adquiriendo los trabajadores y el pueblo en su conjunto: de los sueños de independencia económica rompiendo lazos con los países imperialistas y las empresas monopólicas En el movimiento obrero, a igual que en desprendimientos importantes de la Iglesia relacionados con la Teología de la Liberación, una palabra que, por esos tiempos, no era solo una palabra: liberación. Y, pese a que muchos dirigentes gremiales estaban ligados al peronismo, existían otros que comulgaban con posiciones de enfrentamiento más que de sumisión. Eso trajo como fruto que en el 68, fuera electa una comisión no programada por los popes del sindicalismo, que estaría encabezada por Raimundo Ongaro. En su manifiesto, la CGTA hablaba de la liberación, la nacionalización del crédito, de la reforma agraria. “.Hoy, salvo honrosas excepciones lo que existe es el dirigente gremial acomodaticio, que le gusta la vida bacana, con una posición ideológica que expresa que debe existir buena relación entre capital y trabajo”.
- Hay un retroceso fantástico.
Hay una espectacular avanzada de los sectores del poder que aprisionan al pueblo teniendo en cuenta que el grado de desocupación es mayúsculo. En la Renault por aquel entonces había entre diez mil y once mil trabajadores. Hoy hay 1500. Eso indica que buena parte de los trabajadores ya no están en sus lugares de trabajo, o son cuentapropistas o andan changueando. No hay democracia sindical de base, tampoco listas opositoras. Los dirigentes gremiales más que secretarios generales son como dueños del sindicato. Son dirigentes empresarios. Los gobernantes los necesitan para frenar y licuar los reclamos. Nada de asambleas ni reunión de delegados, ni comisiones internas. Y cuando existe alguna movilización, generalmente por una cuestión salarial, siempre es muy escasa.
Para Atencio, la democracia sindical de base permite al trabajador ir creciendo en conciencia de clase. “Allá el hombre tiene posibilidad de ir escuchando los distintos matices que puede tener un reclamo, va creciendo como trabajador y ciudadano. Sabiendo que, como parte del pueblo, debemos buscar la liberación para superar todos los bolsones de injusticia.
-La tarea del delegado esta devaluada, ha perdido jerarquía.
Claro, porque en ese entonces te afirmabas en la organización. Hoy, a un activista que tenga otro concepto sobre lo que es la justicia social, los mismos dirigentes se encargan de hacerlo echar. Por eso, la mayor parte de los gremios no tienen listas opositoras.
En los 60, una parte importante de los dirigentes habían participado en hechos de sumo valor en la historia del movimiento obrero como el programa de La Falda en el 58, de neto tinte socialista”.
Hoy, estamos en una situación casi de orfandad. La CGT es un organismo hueco que ya no cumple su rol”, señala el activista, pero menciona excepciones: “La CTA es una posibilidad. Soy afiliado desde que nació en 1992. No tiene mayor desarrollo porque la legislación laboral no le permite representación pero, hoy por hoy, es la herramienta que existe con posibilidades de cubrir ese vacío. Otro es el sindicato de Luz y Fuerza de Mar del Plata con José Rigani”.
CORDOBAZO, ORGANIZACIÓN Y CONCIENCIA
Te voy a recitar una definición del Cordobazo del compañero Tosco. El dice que el Cordobazo es la expresión militante del mas elevado nivel, tanto cuantitativo como cualitativamente en cuanto a la conciencia de un pueblo que sabe que es oprimido y que quiere liberarse para construir una vida mejor. Dice que el pueblo sabe que puede hacerlo pero se lo impiden quienes se benefician con su postergación. Para mi es la mas acabada definición del Cordobazo.
En ese tiempo se trataba de tener presente el tema de la organización y la conciencia.
En las épocas previas al Cordobazo había múltiples formas de comunicación, fundamentalmente lo escrito. Cada gremio tenía su volante todas las semanas, eso era un caldo de cultivo permanente entre los trabajadores. El enemigo aparecía con más claridad. Toda piedra arrojada había que apuntarla hacia los milicos. También había publicaciones de la universidad, donde concurrían sectores medios. Eso iba nutriendo todo.
“¿Qué aprendemos hoy a nivel popular gracias a los medios masivos de difusión?”, pregunta el activista sin ocultar su enojo. Todo está tinellizado, farandulizado. Nos tienen alimentados con eso y estos gobiernos tienen una gran responsabilidad. ¿Donde van a tratarse estos temas? No hay lugar”.
- ¿Como conoces a Tosco?
Yo lo conozco antes de entrar a EPEC, del activismo. Te diré que yo no puedo considerarme un dirigente sino un activista más. Luz y Fuerza en aquel entonces tenia 2300 afiliados, un sindicato pequeño pero había 150 activistas. Y uno se daba cuenta que estaba ante un tipo fuera de serie.
En una asamblea se ponían los temas en discusión, intervenían todos y el con sabiduría y precisión, hacia una síntesis donde todos quedábamos boquiabiertos. La preparación política y formación intelectual era obra de su propia tarea. Era un activista cien por cien. Terminaba una asamblea, ponele 23 horas, y la información tenia que darse al otro día por medio de un volante con las resoluciones. Así que se iba el a redactar para imprimir los volantes que se repartirían al otro día. Y se te iba la noche. Había que seguir ese ritmo.
Yo ingreso a EPEC en los 70. ¡Mira las diferencias!: en aquel entonces te quitaban un botón y la peleabas. Hoy no te respetan la jornada de trabajo, no tenes aportes, te echan cuando quieren. Y la organización gremial de brazos cruzados, sale por ahí a decir algo porque la prensa le pregunta.
- El vaciamiento no está sólo en los gremios.
Es una situación grave. El parlamento esta vaciado y debido a lo que hablábamos se produce en nosotros como sujeto social un grado importante de indiferencia, aprovechado por quienes nos gobiernan para burlarse del pueblo. El cargo político ha pasado a ser un negocio. Sin arriesgar pasan de canillita a campeón.
NUEVAS FORMAS DE ORGANIZACION
El último golpe terminó de destruir la industria, liviana pero que atendía buena parte de la demanda popular. Con la apertura de las barreras aduaneras y el ingreso masivo de mercancía del exterior cierran miles de fábricas y talleres y se genera una gran desocupación. Paralelamente se da la persecución y el exterminio sobre los sectores más esclarecidos del campo popular. Atencio es detenido tempranamente junto a otros compañeros, cuando allanan el sindicato en el 74. “Pleno gobierno peronista”, resalta. Serán cinco años de prisión e una cárcel del Chaco. Después llegará el exilio en suelo español, de donde aún conserva algunos modismos como ese “¡¡Hombre!!” que se le escapa dos por tres.
El menemismo fue la continuidad de la dictadura, define Atencio. “Hoy se esta atado, amordazado y, por más que el gobierno predique que va a reconstruir la industria no lo podrá hacer a menos que decida, por ejemplo, el no pago de la deuda externa que es una verdadera estafa al pueblo argentino.
El partido peronista, no el pueblo peronista que tiene sus sentimientos situados en tiempos lejanos, es responsable de buena parte de las iniquidades que sufrimos. Creo que, necesariamente, en la continuidad de la lucha habrá que sentarlos en el banquillo de los acusados por la pérdida de la legislación laboral, la flexibilización que significa darle mayor potestad a las patronales para que te echen cuando quieran, te indemnicen según lo que ellos crean, decreten el cierre de sus fábricas cuando quieran y te paguen el salario que quieran.
-Últimamente estamos siempre a la defensiva.
Sin dudas. Por eso, si analizamos el tema, llegamos a la conclusión de que la organización actual de los trabajadores no nos sirve así. Por los 70-80 se planteaban recuperar el gremio, llegar con otro tipo de conducción. Ha transcurrido demasiado tiempo y no solo esto no ha pasado sino que la dirigencia empresarial ha fortalecido su posición. No han siquiera listas opositoras. Está perdida esa organización. Salvo situaciones puntuales como el gremio de Luz y fuerza donde hay una lista opositora que podría tener posibilidades de ganar, eventualmente. Pero pará de contar. Las organizaciones que en otros momentos fueron de suma utilidad para los trabajadores como elemento convocante y movilizador ya no les sirven. Es más, la clase trabajadora en gran medida esta desocupada. Ya no esta en los lugares de trabajo. Incluso es como si el varón hubiera desaparecido. Hay un reclamo por el transporte y sale la mujer a la calle. Es como si se hubiese resignado. No tiene trabajo, no lo puede conseguir a esa edad. Ese hombre esta caído anímicamente, en un grado de incredulidad y abandono. Con un espíritu de derrota muy serio. Mientras el joven que puede conseguir un laburito está desguarnecido: tiene que someterse a que no le consideren la jornada de trabajo, no le hagan los aportes, no tener obra social, no cobrar horas extras y que te echen cuando quieren.
En los tiempos del Cordobazo, la unidad de los trabajadores era muy importante, Tosco pregonaba la unidad de todos los sectores. Eso también ha cambiado.
Hoy, un grupo de obreros entra en conflicto y quedan librados a su suerte, no pueden recibir el apoyo porque no hay gremios. Acá en Córdoba hay dos CGT pero es solo el andamiaje, la estructura. Nunca salen a decir nada. Hay que avanzar en la difusión de estos temas teniendo en cuenta que ya no hay manifestaciones masivas ni asambleas en las puertas de las fábricas, ni reunión de delegados. Hay que adaptarse a esta situación para poder llevar esclarecimiento. Una tarea de hombre por hombre. A cuenta gotas. Hoy no podemos hablar de unidad del movimiento obrero porque los trabajadores no tienen organización. Cada uno va defendiéndose como puede, como gato panza arriba.
2001 Y DESPUES
El 2001 fue una demostración palpable de cómo se diluye una rebelión popular sin organización, al no tener como encauzarse. Nosotros tenemos que volver hasta posiciones como las que fueron la escuela del Gringo: organización y conciencia.
Se ha escrito que el Cordobazo fue una manifestación espontánea. Lejos de ser así. Los hechos vinieron preparando el clima para ese estallido. Aquel día, los distintos nucleamientos gremiales se habían situado puntos donde iban a converger hacia el centro. Cada gremio se organizaba para enfrentar a la cana. Preparábamos las gomeras, los bulones, tornillos o tuercas. Clavos miguelito, fundamentales como forma de parar un vehiculo, rompiéndole la cubierta. Las leznas artesanales y cortitas, la viruta, el aserrín con bidones de kerosene para prender fuego. Algo mucho más organizado y con un alto grado de conciencia. En ese entonces las cubiertas no se quemaban, por mas viejitas que fueran las reparábamos, las seguías usando.Eran hombres que no estaba peleando solo contra la cana sino contra todo un sistema que nos oprime.
Hay que seguir hablando de oprimidos y opresores. Y hoy no se trata solo del pobre, el marginado, pues cualquiera de nosotros, aunque no entremos en esa categoría: porque mal que mal tenemos la casa y estamos comiendo, no dejamos de ser oprimidos. Porque uno no es uno nomás. Es importante superar el plano individual para entrar a contarnos como nosotros. En lo particular, tengo hijos, nietos, los tiene mi vecino, no tenemos que velar por una situación particular sino ir aportando para el conjunto.
Tenemos que ir viendo nuevas formas organizativas. Yo hacia referencia a la CTA pero hoy cualquier forma organizativa vale: en el centro vecinal, en el club, en la iglesia, donde el hombre pueda reunirse y armar grupitos, involucrándose en la defensa de las cosas mas inmediatas: el transporte, la luz, el agua. Y siendo concientes de lo que podemos hacer. La tarea es gris, pesada, dura, pero hay que ir haciéndola.
- Y ponerse como pequeñas metas, con pequeños triunfos. Porque se viene de derrota en derrota.
Claro, hombre. ¡Vos sabes que, hasta de eso estamos pobres! Hasta de pequeños triunfos. Hay un reclamo de un barrio por alumbrado público pero es ese barrio nomás el que reclama. Otro sale por el transporte, y es ese nomás. Eso porque estamos huérfanos de una organización amplia para movilizarnos en conjunto. Yo sigo activando pese a estar jubilado. Le doy una manito a los compañeros de la lista Blanca del Sindicato de Luz y Fuerza, la oposición a la conducción actual. Activo en un núcleo urbano barrial que se llama Movimiento Recuperar lo Nuestro con los que aportamos al desarrollo de Proyecto Sur. Siempre busco continuar preparándome. Asisto a unos cursos en la Universidad que me aportan bastante. Sigo peleando junto a mis compañeros. Las posibilidades concretas de que vayamos superando estos niveles de estancamiento son que cada uno vaya haciendo trabajitos de hormiga estableciendo una especie de polea de transmisión a nivel popular. En Córdoba, felizmente, hay muchos núcleos, de cultura, del arte, en defensa del agua, en defensa de las extracciones mineras a cielo abierto. Yo tengo expectativas en eso porque se que en algún momento va a establecerse una forma de eslabonamiento como para volver a realizar acciones de protesta masivas.
(Nota aparecida en la revista a cumplirse 40 años del Cordobazo)
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