Revista EL COLECTIVO

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miércoles, 30 de junio de 2010

SANTORIADA 1971


Vino el Radicheta y dale que habla que te habla
que el moco va entre la guerra civil y la guerra revolucionaria
Desde la ventana del bar no se veía nada
Pero eran días crápulas Media con miedo la calle y la gente
Y dijo el Radicha que Ongaro se hizo cargo de sacar la jeta
aclara que no concilia con nadie desde la cárcel
y que se considera “uno mas entre los prisioneros“
y esas no eran fanfarronadas de pequeñoburgués
El Radicheta estaba entusiasmado y nos entusiasmó
Vino una mina que quiso hacerla fácil:
peronismo guión antiperonismo
Y llegó uno que estaba en la del Ghandi
( pero para mi acababa de dejar plástico en alguna puerta )
Sin violencia! No violentos: Sin Violencia!
- astillando recursos de amparo para sindicalistas presos
Y en malón llegaron los que decían saber que el contenido latente
de este mierdoso sueño popular y nacional
era liquidar la guerra de las guerras ( episteme:
la guerra de guerrillas ) Todos estos muchachos
dejaron sus manuales sobre el estaño junto a las ginebras
Y como un coro de trogloditas entraron
los que hablan de 16 años
- de los últimos 16 años
( siempre están los que hablan
de una cantidad equis de últimos años )
Y que años de conciencia flotante
Y que años de resistencia artesanal
Y que floridos años de reorganización
El bar estaba lleno de infelices ilusiones
El mostrador abarrotado de manuales juveniles
La caja registradora clink!
La calle estaba en calma La gente mansa El músculo dormía
Todos veían la Guerra Civil Española
en la borra de sus copas
Y entré yo Diciendo que venía de lejos Y patatín y patatán
Aquello de arrastrando cosas que me confiaron
La vida pura dije
Giraron las cabezas al unísono ante esta situación
vieja por excelencia
Aclaré que no gozaría de ningún peculiar privilegio Les gustó
Convinimos: no mencionaríamos ninguna belleza ni verdad hasta allí
sino para hacerlas mierda Dijo el Radicheta:
háganlé un lugar
Pero con la noche arribarían los que ejecutan
en la calle En descampados
Y largas filas de ejecutados dentro de coches
Qué beber asesinados
y los obligados a arrodillarse en lagunas En arroyos tersos En canales

Vendrá

Vendrá la noche Entrará la calle mansa por su café con leche
La gente mansa entrará por su ginebra
después de haber quemado sus manuales
No confíen en nadie Ni en mi canción Ni en nuestra poesía
Bajan persianas los que recelan de la paciencia popular

Por cada ojo Los dos ojos
Por cada diente Toda la cara

MARTÍN MICHARVEGAS
Madrid, 1978

poema para el poeta Roberto Santoro, desaparecido por la última dictadura militar. Este poema fué publicado en el libro-homenaje:
De SANTORO // Ediciones del Rescate
serie de los trabajadores de la cultura represaliados en Argentina
Madrid, 1979

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Una sola palabra: Impresionante"
Gaby

Anónimo dijo...

Grande el Poni...para la memoria.
Anibal Sterren

Anónimo dijo...

Poni gracias por el poema inmenso.
Sandra

Anónimo dijo...

Poni gracias por el poema inmenso.
Sandra