Sí, hay cosas que son de no creer. Casi tres años en la calle sin publicidad oficial, sin favores de los garcas de las empresas privatizadas, sin vueltos, sin bajarnos los pantalones, sin autocensura, sin padrinos ni becas de fundaciones. A puro pulmón, con los lectores que se suman número a número. Con los pequeños auspiciantes que creen en esta propuesta. Con los suscriptores que nos bancan, con los colaboradores que ofrecen su pluma. Con el apoyo de muchos periodistas que siempre nos dan una mano en la difusión. Nos propusimos hacer una revista digna e independiente. Y tozudos como somos, nos pusimos manos a la obra para demostrar que se podía.
1 comentario:
ya la compré y parece que sigue su nivel habitual, buena para arriba.
Gracias luego comento que me pareció cuando la lea toda.
Gladys
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