Hablar de la realidad socioeconómica en términos de euforia, parece ya un deporte favorito de la gestión Kirchner. Su discurso exitista viene siendo amplificado por los grandes medios de comunicación, algunos de propiedad del poder económico y otros cooptados por la publicidad oficial. Según esa visión, estaríamos viviendo en el paraíso terrenal, con una economía que crece como muy pocas en el mundo, con superávits fiscal y comercial como pocas veces tuvo la Argentina, con el riesgo país en su mínima expresión, y con un panorama social altamente alentador que muestra cada vez menos desocupados y menos pobres.Por Luis Laferriere
Adelanto del número 13 de El Colectivo
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