
Fue golpeada salvajemente, tajeada en las palmas de la mano, en los brazos, en el vientre y en los pies. Por amor a los pibes que están ahí. Que siguen ahí. Que son muchísimos. Que viven sus malas vidas en una larga tanda publicitaria que tiene distraído al resto de la sociedad. Viven como pueden y como están, como los hemos dejado: solos.
Viviana es una muchacha hermosa que todos los días despliega manteles en la mirada de los niños.
Para los que mutilan el prodigio de la vida el hambre no es un crimen. Denunciarlo sí.
Alberto Morlachetti, Coordinador Nacional Movimiento Nacional Chicos del Pueblo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario