Revista EL COLECTIVO

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sábado, 22 de noviembre de 2008

DOS AÑOS DEL CORTE EN GUALEGUAYCHU


POR ANTONIO MIGLIANELLI
Cuando las luchas no tienen coherencia, se transforman en inútiles o funcionales a lo mismo que se pretende combatir..Mucho antes de la instalación de Botnia en Uruguay sabíamos que el emprendimiento no iba a ser detenido..Años de forestar con eucaliptos en el vecino país fue para alimentar la pastera...
El corte del puente solo provocó más distanciamiento entre ambas comunidades a la vera del río, a la vez de ser manifiestamente inútil y solventado por las mismas autoridades de esa provincia..
Una de las razones que pesaron en el fallo de la Corte de la Haya, fue considerar que dentro de nuestro país, no tenemos ejemplos de protección de los ríos, toda vez que celulosas, empresas mineras , petroleras y ciudades completas se caracterizan por arrojar desechos contaminantes a nuestros propios causes..Mal podemos pedirles a otros lo que no hacemos en casa..
Esto, independientemente de reafirmar que los países periféricos somos depositarios de las tecnologías basura a la vez que las multinacionales son las que gobiernan en realidad el mundo...La medida sostenida por el Presidente Tabaré Vázquez muestra con pena, que quienes otrora levantaban banderas de liberación e independencia desde una ideología de izquierda, con el tiempo cambian de postura hacia la derecha como muchos co-gobernantes con Menem...Aunque podemos sospechar que en realidad nunca fueron lo que proclamaron…Botnia y ahora el veto al aborto en Uruguay no me dan opciones para pensar diferente...
La plata no cambia a la gente, la muestra, dice el aforismo..
(EDUCADOR POPULAR Y ECOLOGO SOCIAL. Publicado el 21/11 en el Diario Rio Negro)

1 comentario:

Raúl Avila dijo...

Cómo uruguayo y frentista te diré que la postura de mi gobierno respecto a Botnia me da pena. Justifican de un módo facilongo y estéril, subiéndose al carro de cualquier energúmeno, para no decir que violamos olímpicamente el Tratado del Río Uruguay.
No creo, aún así, que pueda tildárselo de "derechista" (claro está que tampoco hablamos de un "gobierno de izquierda").
Respecto al veto al capítulo de la despenalización del aborto, en la ley de salud sexual y reproductiva, me resulta sencillamente lamentable (sobre todo la presentación de los argumentos)