NINGUN PIBE NACE CHORRO

Ante la ofensiva por derecha del gobierno provincial, numerosas organizaciones se movilizaron en La Plata, exigiendo programas asistenciales y no más encarcelación y criminalización de la pobreza y la juventud.
Las resonantes declaraciones del gobernador Daniel Scioli planteando la necesidad de bajar la edad de imputación a los 14 años, fueron repudiadas por las organizaciones que se movilizaron convocadas por la Asamblea Permanente por los Derechos de la Niñez y la multisectorial La Plata, frente al Municipio y la Casa de Gobierno exigiendo programas asistenciales para los chicos de la calle. "Inseguridad es morir de hambre y no tener futuro. Mientras escuchamos voces que piden más patrulleros, más palos, más condenas; mientras hablan de menores delincuentes y nunca de chicos a quienes les robaron la infancia; mientras Scioli quiere encerrarlos a todos y Bruera sonríe entre discursos de derecha y vecinos con miedo...Nosotros decimos: Sí, saquemos a los chicos de la calle. Pero hagámoslo con vivienda, educación y trabajo para sus padres. No con la cárcel" expresaron los convocantes en un comunicado. A la movilizacion se sumaron organizaciones politicas, sociales, estudiantiles, gremiales y de Derechos Humanos.

En un claro viraje respecto del discurso mantenido por los kirchner acerca de no criminalizar a la pobreza, el gobernador de la provincia de Buenos Aires eligió otro camino para dar respuestas condescendientes con lo exigido por la mayoría de los medios masivos de comunicación, algunos de los cuales pertenecen a uno de sus mayores aliados, Daniel Hadad. El complejo debate de la inseguridad, en el que la manera de construir poder político, judicial y policial son parte del problema, en el que las politicas no se diferencian entre el corto y el largo plazo sino en avance o consolidacion de estructuras esencialmente reproductoras del delito, es nuevamente barrida por las necesidades inmediatas de impacto mediatico de un político fogoneado en el peronismo neoliberal.

Scioli buscó alinear su discurso en la peor tradición de los gobernadores bonaerenses con Carlos Ruckauf, quien afirmaba que a la delincuencia se la combatía "metiendo bala" o Eduardo Duhalde animandose a llamar a la bonaerense como "la mejor policía del mundo", a la cabeza. Desde las marchas de Juan Carlos Blumberg que la ofensiva criminalizante de la pobreza y la juventud no tenía tanto eco en funcionarios con altas responsabilidades políticas. Los resultados de estosepamos suelen ser castróficos. El gobernador venía además de mostrarse publicamente con el paramilitarista presidente de Colombia Álvaro Uribe, a quien pidió consejos en materia de seguridad.

Ante las jugadas del gobernador por derecha, la presidenta Cristina Kirchner, olvidando por un instante su apego a los Derechos Humanos, eligió no enfrentarlo publicamente y tomar un peligroso atajo, haciendo equilibrio a sabiendas de estar jugando con fuego: defender a la policía "que detiene", para volcar la totalidad de las responsabilidades en la justicia "que libera", en otro juego de polarización falsa a los que tanto apelan los pinguinos. Durante el acto por los 187 años de la Policía Federal Argentina, que tuvo lugar en la Escuela de Cadetes Ramón L. Falcón, al tiempo que aseguró que la Policía Federal "es un cuerpo esencialmente sano", haciendo suya la teoría tantas veces pronunciada por Mirta Perez, reclamó a los jueces que no confundan el respeto a la garantías con "la noción de puertas giratorias", en referencia a una supuesta tendencia de liberar a quien no se debe. Quien pronunció estas frases no fue un funcioanrio macrista sino el ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de la Nación, Aníbal Fernández.

En tanto, desde el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) expresaron su "preocupación por las declaraciones de altos funcionarios nacionales y provinciales y autoridades judiciales que desconocen que el funcionamiento de los sistemas penales en Argentina se basa fundamentalmente en el encarcelamiento, y que las reformas legales de los últimos años han profundizado esta tendencia sin brindar mayores respuestas a los problemas de seguridad. Las propuestas que apuntan a reducir el control judicial y generalizar la prisión preventiva ignoran que, en la actualidad, el 80% de los presos en la provincia de Buenos Aires están bajo prisión preventiva"

"El sistema penal argentino - continua el texto del organismo - presenta altos índices de demora, arbitrariedades policiales (casos fraguados y armados) y tramas corruptas que vinculan a los sistemas penitenciarios, las policías y el Poder Judicial. Por esta razón, no condicen con la realidad las afirmaciones acerca del buen funcionamiento de los sistemas policiales, pues justamente deberían aumentarse los controles judiciales sobre los organismos de seguridad".

"Cuando hacen falta grandes titulares en los diarios que avalen la represión, siempre están a mano los pibes pobres, esos que los policías explotan como mano de obra barata, y que, si desobedecen son carne de gatillo" expresaron por su parte desde la Coordinadora contra la Represión Policial e Intitucional, Correpi.

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fuente: PRENSA DE FRENTE.